Kham se niega a vender su elefante a Suchart, un comerciante de Khon que planea revendérselo a uno de los secuaces del gánster LC. Cuando Kham visita a Suchart en su casa de Bangkok, lo encuentra muerto. Las dos sobrinas del comerciante, expertas en artes marciales, le encuentran en la escena del crimen y creen que él es el culpable.